Nueve originarios y originarias de la localidad de Ingeniero Juárez se incorporaron el pasado viernes al Programa de Facilitadores Judiciales, lográndose con esto que este servicio voluntario de atención y asistencia a la comunidad desembarque en el extremo oeste e integrar a la Tercera Circunscripción, cubriéndose así toda la geografía provincial.
“Agradezco en primer lugar a Dios que nos acompaña y nos ayuda a hacer todo esto posible”, expresó visiblemente emocionado el presidente del Superior Tribunal de Justicia, Guillermo Horacio Alucín -impulsor del Programa en el Poder Judicial de Formosa-, quien en un encendido discurso pronunciado durante el acto realizado el viernes en el sexto piso del edificio de Tribunales, valoró la sacrificada tarea que desarrollan las facilitadoras y facilitadores judiciales para acercar la Justicia a la comunidad, reivindicó el rol de pacificadores que los distingue contribuyendo de manera efectiva a que los vecinos puedan resolver sus conflictos de manera armoniosa y subrayó la cualidad de convertirse en canales de comunicación entre el Poder Judicial y los sectores más vulnerables, en zonas más apartadas y de difícil acceso, fortaleciendo la institucionalidad judicial.
De las nueve facilitadoras y facilitadores que juraron en el acto de reconocimiento, 5 de ellos son de la etnia Wichí: Roberto Quintana, Ercilia Abdulia Aguero, Hugo Angel Torrico, Alfonso Fernández y Amancio Reyes; y 4 de la comunidad Qom: Adelina Zalazar, Eufemia Posé, Pabla Curchi y Justino Andrés Solis.
El doctor Alucín -quien es a su vez coordinador de la Justicia de Paz- destacó como aspecto más relevante de la tarea que cumplen cotidianamente las voluntarias y voluntarios, la posibilidad de ver a la gente cara a cara, generándose un vínculo de conocimiento y confianza, producto de este contacto directo dentro de una misma comunidad y exhortó a todos y a todas a redoblar sus esfuerzos para seguir “entregando su corazón y sus fuerzas” a la gente que está esperando una ayuda, un consejo, un asesoramiento y contención para solucionar sus problemas.
El acto de reconocimiento a los integrantes del Programa y juramento de los que se incorporaron al Servicio, tuvo lugar a las 16 horas en el salón principal de la Escuela Judicial, en el sexto piso de Tribunales.
Estuvo presidido por el titular del STJ, doctor Alucín, la ministra de la Corte Provincial, Claudia María Fernández, el procurador General, Sergio Rolando López y el inspector de la Justicia de Paz, Oscar Marcelo Paolisso. Luego se incorporó al estrado el juez de Paz de Ingeniero Juárez, Maximiliano García, quien rubricó el acta del juramento que el presidente del STJ tomó a los nueve facilitadores y facilitadores, que a partir de ahora se desempeñarán en el extremo oeste provincial.
A la ceremonia asistieron la presidente del Tribunal Electoral Permanente, Sandra Moreno, el ministro de Gobierno, Justicia, Seguridad y Trabajo de la provincia, Jorge Abel González, juezas y jueces de Primera y Segunda instancia y de Paz de varias localidades de la provincia, autoridades policiales y público en general.
Durante el desarrollo del acto institucional habló la facilitadora judicial Zunilda Cuevas, quien relató su experiencia en la localidad donde desarrolla sus actividades, Laguna Naineck, se entregaron certificados de reconocimiento a 55 facilitadoras y facilitadores judiciales; también se dirigió a los presentes la jueza de Paz de Palo Santo, Silvia Noelia Domínguez y cerró con un enjundioso discurso el titular del STJ, Guillermo Horacio Alucín.
La esperanza de los más vulnerables
“Hoy tenemos una nueva puerta que se abre”, remarcó Alucín en su discurso, refiriéndose a la integración del extremo oeste al Servicio de Facilitadores Judiciales, y reiteró la importancia capital que tiene el hecho de que el nexo entre la Justicia y la gente sea un miembro de su propia comunidad, agradeciendo a cada uno de los voluntarias y voluntarios por la “delicada e importante” función que desempeñan todos los días “para ayudar al prójimo”, fundamentalmente a los más vulnerables y de escasos recursos económicos.
Habló también de la necesidad de seguir avanzando en las capacitaciones, de la labor muy importante que cumplen las juezas y jueces de Paz y también la Policía, y la función trascendental que se desarrolla desde este Servicio al atender, contener, escuchar, guiar y acompañar a quien está necesitando una ayuda por el motivo que fuera: un trámite, un conflicto, una contravención o un delito.
“No pasa solamente con atender, hay que contener y también hay que escuchar decirle a esa persona que acude que se quede tranquila que se va a solucionar el problema”, señaló el magistrado, quien comparó la tarea de campo que realizan los facilitadores, ya sea en una parada de colectivos, en la calle en una plaza o en la vereda, con la de los jueces y funcionarios que lo hacen en una oficina y mirando un expediente.
“Nosotros no sabemos quienes son esas personas que figuran en un expediente, pero ustedes sí, le ven la cara, el rostro y escuchan sus problemas de manera directa”, explicó el juez Alucín, destacando la permanente capacitación que reciben los y las facilitadores: “Ustedes están siendo formados de manera permanente para ser guías, orientadores en su comunidad, ustedes son referentes y líderes comunitarios”, remarcó.
También habló del rol que desempeñan como operadores de prevención, al poder intervenir en un problema y evitar, muchas veces, que un simple conflicto de vecinos se convierta en un delito y definió a este servicio gratuito y voluntario como una puerta de esperanza que se abre para la gente, sobre todo para los sectores más vulnerables de la sociedad, resaltando las bondades del Servicio de Facilitadores, por su contacto directo con los vecinos, convirtiéndose cada uno de los que forman parte del Programa en canales de comunicación de la gente con el Poder Judicial, además de ser legítimas herramientas de información, acercamiento y búsqueda de solución de controversias y conflictos comunitarios; “todo de manera voluntaria y sin una finalidad económica, tan solo movidos por el interés de recibir la mejor de las compensaciones, que no son otra cosa que el reconocimiento, la valoración y el afecto de su comunidad”, enfatizó.
El doctor Alucín felicitó a las facilitadoras y facilitadores judiciales por todo lo que han venido haciendo, con denodado esfuerzo, dedicación y esmero, a pesar de las vicisitudes y dificultades que fueron aparecieron en el camino y pudieron ser sorteadas con creces, y agradeció a todos los eslabones que forman parte de esta cadena dentro y fuera del Poder Judicial, “sin cuyo aporte y compromiso este sueño no se hubiera hecho realidad”, concluyó.
“Amor al prójimo”
A su turno, la jueza de Paz de Palo Santo, Silvia Noelia Domingúez, se dirigió al auditorio -conformado por más de medio de centenar de facilitadoras y facilitadores- destacando la parte humana y sensible de todos los que forman parte de este Servicio, y enfatizó: “El corazón de ustedes está hecho de profundo amor por el prójimo y respeto por su comunidad; cada uno de ustedes brindan a sus vecinas y vecinos todo lo que sea su tiempo, la tan ansiada escucha activa, su contención y también el abrazo espiritual que muchas veces esta sociedad abarrotada de agendas sin tiempo, de distancias físicas y desigualdades económicas, niegan con desinterés y hasta con mucha crueldad”.
Dijo que en cada comunidad el Programa se hacen realidad los principios de igualdad e inclusión para aquellos que no tienen ni voz ni rostro, en una sociedad y en un sistema económico que observa con desdén y esquiva la mirada a los mas vulnerables.
“Cuando miro a algunas facilitadoras, como por ejemplo a Juanita, veo a la madre formoseña, sencilla, silenciosa y entregada con profundo amor a sus hijos, a su hogar y a su familia; cuando miro a Edith, a Zuny, a Naty y a Betty veo a las docentes formoseñas comprometidas con su oficio y entregadas a la educación y contención de sus alumnos; cuando miro a “Minina”, veo a la joven formoseña con brillos en los ojos llena de sueños y esperanza”, describió la jueza Domínguez, señalando a cada una de ellas, que participaban del acto de reconocimiento.
En otro pasaje de su discurso, les aconsejó que cuando se encuentren con situaciones y conflictos que le sean difícil de resolver, no bajen los brazos, no bajen la guardia, y crean que un mundo más humano, más igualitario y sin violencia es posible. “Abrecen sus causas con mucho amor y apóyense siempre en su juez y en su jueza, con son tan humanos como ustedes que sienten y sufren en la piel igual que ustedes y que ellos sabrán guiarlos para lograr la mejor resolución del conflicto”.
Finalmente, agradeció y transmitió fortaleza a los que ya se vienen desempeñando en el voluntariado y ofreció una cálida bienvenida a los que se inician en el programa, motivandolos para que con compromiso y paciencia puedan convertirse en el protagonistas de esta historia en la que “juntos, ustedes, la comunidad y nosotros podamos recorrer ese camino que simboliza el amor por el prójimo, el bien común y la paz social de nuestra amada Formosa”.
Orgullo y felicidad
Por su parte, la facilitadora de la localidad de Laguna Naineck, Zunilda Cuevas dio la bienvenida a los nuevos facilitadores y expresó su agradecimiento al doctor Guillermo Alucín por su “visión y liderazgo”, convirtiéndose en un agente de cambio porque a través del Programa se ayuda a las personas a entender sus derechos y resolver conflictos de manera pacífica, haciendo que la Justicia sea más accesible para todos, brindando información clara que resuelva sus dudas y acompañamiento en sus trámites legales.
También agradeció al doctor Oscar Marcelo Paolisso y a la coordinadora del Programa, doctora Ana Vallejos Caponio, por la permanente capacitación que brindan a través de charlas y talleres, fundamentales para el crecimiento y desarrollo. “También quiero agradecer el acompañamiento de los jueces y juezas de Paz, en particular a la jueza de paz de Laguna Blanca, doctora Paola Karina Meneghini, muchísimas gracias a todos”, manifestó.
Mas adelante, contó su contó su experiencia personal desde que fue elegida facilitadora judicial, hace 3 años, y dijo que aceptó este desafío y la confianza que despostó su comunidad en ella, agradeciendo por todo el crecimiento personal que ha tenido en este tiempo. “Estoy muy orgullosa y feliz por poder ayudar a mi comunidad”, enfatizó.
El acto finalizó con una foto institucional tomada en la escalinata de acceso al edificio de Tribunales, para la cual posaron facilitadores y facilitadores judiciales, autoridades judiciales, invitados y jueces y juezas de Paz de diferentes jurisdicciones.
El programa que impulsa el Poder Judicial tiene a más de 80 voluntarias y voluntarios en actividad distribuidos en la Primera, Segunda y ahora en la Tercera Circunscripción, con resultados altamente positivos en términos de atención y servicio a la comunidad.